10. La Visión de las Tardes y las Mañanas

El tiempo profético...
El tiempo profético...

Hola amigos:

Al llegar al capítulo 8 nos encontramos con un carnero y un macho cabrío. Las características del carnero se asocian al imperio de los medos y persas (explicado en el mismo capítulo) y las del macho cabrío se asocian a las del imperio griego. Luego aparece un cuerno pequeño que se destaca porque desde su inicio fue gran protagonista de la historia; aquí encontramos al imperio Romano, sólo que en esta ocasión la parte política y la religiosa se asocian como un todo. Esta clase de gobierno terrenal atropella al pueblo de Dios, incluso a la Palabra misma y es cuando surge la gran pregunta: "Hasta cuándo...?" y la respuesta no se hace esperar: "Hasta dos mil trescientas tardes y mañanas; luego el santuario será purificado". Imaginemos al ángel Gabriel tratando de enseñar al profeta el asunto, imagina a Daniel tratando de comprender el mismo. Igual es con nosotros cuando estudiamos la Palabra de Dios. Imagina al Espíritu Santo tratando de hacernos compreder cada detalle y nosotros tratando de hacerlo a nuestra manera. Pero la diferencia aquí es que el siervo de Dios no se dejó llevar por razonamientos personales ni mucho menos humanos y aunque recibió la explicación el registro indica que no entendió. Hermanos queridos, a veces algunos se disgustan porque hay personas que no entienden la Palabra, pero recordemos que Daniel, no entendió la explicación de un angel como Gabriel, (Vers. 27).

El estudio del capítulo 8 resulta trascendental para la compresión del cumplimiento histórico de la visión. Aclaro algo: había en la visión una referencia de lo cual Daniel no entendía y que teológicamente se conoce con la palabra "mare", lo cual no tiene que ver con el carnero ni con el macho cabrío, sino  más bien con la aplicabilidad de las palabras que explicó el ángel y ese sigue siendo un punto de discordia de la cristiandad, y que pena con todos aquellos que hacen conjeturas sin estudiar el resto del libro. Sí, en lo que resta del libro, encontramos todos los detalles de esta explicación y aplicación en la historia. Quiera Dios que seamos como el siervo Daniel, que se dejó instruir por el agente Divino, confirmemos nosotros también ser dirigidos, orientados y enseñados por el Espíritu Santo, a quien también conocemos como el Espíritu de Verdad quien "nos enseñará todas las cosas". Dios los bendiga muchísimo. Hasta la próxima.

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