5. Liberación

Hola amigos:

Llegamos a la crisis final. Por una buena razón según el rey Nabucodonosor su reino debía perdurar, a sabiendas de lo que Daniel le había interpretado, mandó a hacer una estatua grandísima de oro y la colocó en el campo de Dura y reunida la multitud, ente los cuales estaban los principales del reino (el relato no menciona a Daniel, asegurar la causa sería especulación); se dio orden de adorar la imagen (ojo que aquí hay un enlace con apocalipsis) bajo decreto de muerte. Pero nos encontramos con la maravillosa perseverancia de unos hombres de oración que son acusados y llevados a la presencia del rey por el hecho de no obedecer la ley de los hombres que va contraria a la ley de Dios. Pero recordemos que antes habían ayudado en oración a Daniel y por eso no estamos haciendo referencia a simples miembros de iglesia. Los hijos de Dios de manera permanente deben desarrollar una vida de dependencia de la gracia Divina, de la misericordia, bendición y protección del Todopoderoso. El estudio cuidadoso de la Palabra de Dios nos permite visualizar la voluntad de Dios para cada uno de nosotros y entrar en una armonía única y especial con él. Volvamos al valle de Dura, estos cristianos enfrentaron valientemente la muerte, a todas estas me pregunto... ¿qué hubiera hecho yo? y mis queridos no es fácil si  no hemos hecho lo anterior, no podemos pensar que sólo con ir a la iglesia o hacer un estudio de vez en cuando tomaremos semejante decisión. Fueron llevados a un horno, calentado 7 veces más de lo normal, pero es aquí donde se manifiesta el maravilloso poder de Dios y la presencia del autor de la vida; los babilonios observaron uno de los milagros asombrosos: la liberación de las llamas de fuego y por ende la preservación de la vida de sus hijos.

Mis amados, esta historia del capítulo 3 del libro de Daniel nos pone de frente a la crisis venidera para que desde ya seas de los que estamos construyendo una relación de conocimiento de la voluntad de Dios y que cuando vengan pruebas, persecuciones, y cualquier clase de angustia aunque se desplomen los cielos, tomaremos la decisión que el cielo premiará. Dios los bendiga grandemente. Hasta la próxima.