4. Dios revela los tiempos (Segunda parte)

Hola amigos:

El desenlace de esta historia es impresionante: por un lado imagina al rey Nabucodonosor con el rostro impactado por la revelación de Daniel y por otro imagina a los amigos del profeta aún orando mientras este siervo del Altísimo se presenta delante del rey, y por supuesto la inmensa fe de Daniel. Bueno la revelación de la palabra profética indica claramente que:

1. La cabeza de oro = reino de Babilonia
2. Los pechos y brazos de plata = reino de Media y Persia
3. El vientre y muslos de Bronce = reino de Grecia
4. Las piernas de Hierro = reino de Roma
5. Los pies en parte hierro y en parte barro = reinos que se formarían con la caída de Roma
6. Gran Piedra no tirada con mano = reino de Dios (venida de Jesús)

Exactamente la historia de la imagen del sueño dado al rey y de la revelación dada a Daniel se ha cumplido casi en su totalidad, ya que estamos situados históricamente en los pies de la imagen esperando el cumplimiento de la venida de nuestro Señor Jesucristo. Cabe notar que la piedra no golpea a la imagen en otra parte diferente, porque históricamente es imposible y Dios en su absoluta sabiduría controló cada detalle. Esto nos muestra la gran misericordia que ha tenido Dios para con nosotros los pecadores; nos muestra su amor abnegado y paciencia hacia nosotros y además vemos como la Omnisciencia de Dios se convierte en la mayor prueba en contra del enemigo. Necesitamos de esa valentía de Daniel, al tiempo de encontrar el verdadero camino del conocimiento de la voluntad de Dios y de esta manera no temeremos. No perdamos de vista el detalle de las circunstancias que rodeaban la vida de estos cristianos. Mis queridos, la obra del cielo requiere de miembros de iglesia que no piensen eclesiásticamente, sino más bien en hacer la obra encomendada por Jesús, dirigidos por el Espíritu Santo y con la mira en nuestro Salvador, y entonces se manifestará en la iglesia un reavivamiento cual nunca fue ni lo habrá y vendrán otros acontecimientos proféticos para los cuales ya estaremos preparados, de lo contrario no pasaremos de ser un feligrés más sobre la tierra. Dios los bendiga. Hasta la próxima.