3. Dios revela los tiempos (primera parte)

Siguiendo el relato de Daniel, nos encontramos con un rey que se encuentra preocupado por el futuro, es la oportunidad de Dios para  mostrar varias cosas:

• Su poder
• Su misericordia
• A sus hijos

Después que el rey logró dormirse Dios le envió un sueño, pero como nos suele pasar, el rey olvidó el sueño, sólo que en esta ocasión fue una obra de Dios. Nabucodonosor mandó a llamar a todos sus adivinos, magos, hechiceros, en fin a todo el personal que pretende conocer no sólo el futuro sino que además creen saber el interior de la mente del hombre. ¡Qué error!, bueno obviamente no pudieron decir nada y se dicta un decreto de muerte contra todos los sabios del reino. Allí en ese grupo se encontraban nuestro Daniel y sus compañeros. Destaco el hecho valeroso de pararse delante del rey Nabucodonosor y decirle que él le mostraría el sueño y su interpretación. Eso es FE en su máxima expresión, pero es la fe que debe mover al pueblo Adventista a avanzar sin miedo a enfrentar reyes, leyes o pueblos. Imagine por un segundo si el no hubiera estado confiado de su relación con el Todopoderoso... lo mas seguro es que no hubiese tenido un horizonte claro. Pero hablemos de la realidad, Daniel hizo su papel muy bien y Dios se manifestó, ¿qué habrías hecho tu? cuidémonos de la presunción mis queridos, porque podemos perdernos fácilmente. Después se menciona el complemento perfecto, la ORACIÓN y aunque allí no se dice, estoy seguro que el AYUNO no faltó, y noten que no fue individualista, él recurrió a sus amigos en Cristo para tal petición a Dios. Esto nos hace comprender mucho más ese verso del himno que dice "Cuando el pueblo de Dios ora, suceden cosas maravillosas", entonces ¿por qué razón como iglesia no hacemos eso? Recordemos que la perspectiva era un decreto de muerte. Será que necesitamos un entorno tal para reaccionar, ojalá y no sea demasiado tarde cuando intentemos hacer la obra de anunciar a Aquel que viene en las nubes de los cielos con gran poder y gloria: JESÚS.

Dios los bendiga y esperen la segunda parte de este capítulo.